Por. Anyely Durán
El pasado 15 de septiembre después de una sesión extraordinaria del Consejo Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres, que tuvo como tema central el análisis de los daños causados por los incendios durante la temporada de sequía, el gobernador del Huila, Rodrigo Villalba Mosquera, declaró estado de calamidad pública en el departamento por un periodo inicial de 6 meses. Esta medida se tomó debido a la grave situación causada por los incendios forestales que han devastado amplias áreas del territorio huilense y con el propósito de seguir organizando y gestionando esfuerzos para entender y mitigar este fenómeno.
Se calcula que en muchas zonas del país la temperatura suba entre 0.5 °C y 2.0 °C durante septiembre y octubre de este año. En el Huila, este aumento ya se ha hecho notar con temperaturas en municipios como Villavieja, donde han llegado hasta los 42 °C y en Neiva con máximas de 40 °C. “El informe del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) sobre el estado y predicción de temperaturas me motivó mucho para tomar esta decisión el día de hoy, es decir, lo que nos espera es un mes más de estas temperaturas o superiores, lo que implica que estamos sujetos a que se puedan presentar eventos de incendios de capa vegetal en cualquier momento y en cualquier región pero especialmente en el norte del departamento”, señaló Rodrigo Villalba durante una rueda de prensa desde la ciudad de Neiva.
Los incendios forestales que han sido agudizados en parte por las altas temperaturas y la sequía prolongada en la región han afectado principalmente a los municipios de Yaguará, Aipe, El Agrado, Villavieja, Palermo, Campoalegre, Rivera, Garzón y Neiva. Según un balance general de emergencia, hoy en día son más de 12.000 hectáreas las que han sido consumidas por el fuego, lo que representa una pérdida significativa de flora y fauna en áreas rurales.
Los incendios no solo han devastado ecosistemas vitales, sino que también han puesto en peligro a comunidades que conviven en zonas aledañas a la ruralidad al registrarse la pérdida de una vivienda en el municipio de Palermo y la evacuación de por lo menos 10 familias que viven en la vereda Villa Juncal de este mismo municipio. Adicionalmente, la calidad del aire ha empeorado significativamente en áreas cercanas a los focos de los incendios.
Con la declaratoria de calamidad pública, el gobierno departamental podrá acceder a una mayor atención entre las entidades que integran el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (SNGRD), a recursos especiales para la atención de emergencias, implementar un plan de acción específico para la rehabilitación de las comunidades afectadas, se apoyará y tendrá más cubrimiento con el apoyo aéreo y con las ayudas humanitarias e igualmente se tendrá un mayor despliegue de las brigadas de control de incendios. La declaratoria permitirá, además, agilizar el proceso de rehabilitación de las áreas dañadas por el fuego y fortalecer las campañas de prevención de incendios en zonas de alto riesgo mientras se sigue con las acciones para apagar los incendios y recuperar las zonas afectadas con el apoyo de las autoridades nacionales y locales.