En un evento que ha dejado una profunda huella en la historia del departamento del Huila y de Colombia, la ciudad de Neiva fue escenario de la Audiencia Pública de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad, un proceso que se desarrolló del 8 al 10 de agosto de 2024. Durante estos tres días, 74 exmilitares, muchos de ellos identificados como máximos responsables, se presentaron ante las víctimas y la nación para admitir su participación en los crímenes de asesinatos y desapariciones forzadas, que en su momento fueron presentadas como bajas en combate en el marco del conflicto armado.
Este evento, enmarcado en el Subcaso Huila del Caso 03, conocido por investigar los infames “falsos positivos”, representa un avance significativo en el proceso de justicia transicional que Colombia lleva adelante desde la firma del acuerdo de paz. Los exmilitares reconocieron su responsabilidad en 108 hechos cometidos entre 2005 y 2008, que incluyeron 200 asesinatos, 32 desapariciones forzadas y ocho tentativas de homicidio.
Foto: JEP
Un Proceso de Verdad y Reconocimiento
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), órgano encargado de este proceso, destacó la importancia de la audiencia como un momento crucial para la sanación y la transparencia. “Este evento no solo cierra un ciclo, sino que abre otro, el de la sanación colectiva”, expresó la magistratura de la JEP, reflejando el sentimiento compartido entre los participantes.
Las declaraciones de los exmilitares no solo fueron un acto de admisión de culpa, sino también una muestra de la brutalidad del conflicto. Uno de los comparecientes, Faiver Coronado Camero, fue especialmente impactante al describir cómo, en su rol en el Batallón ‘Cacique Pigoanza’, cometió crímenes atroces que ahora reconoce como monstruosos e inhumanos. “Fui un monstruo, me degradé hasta el nivel más bajo del ser humano”, admitió ante los presentes, en un gesto que busca contribuir a la reparación del daño causado.
El Papel de las Víctimas y la Resiliencia
Las víctimas y sus familias, quienes han luchado incansablemente por la verdad y la justicia durante más de una década, fueron protagonistas indiscutibles de este proceso. Sus testimonios, cargados de dolor y dignidad, recordaron al país y al mundo la importancia de no olvidar. Luz Mery Martínez Rodríguez, hermana de una de las víctimas, resaltó la necesidad de continuar con estos procesos para que más personas afectadas por la violencia puedan conocer la verdad sobre lo sucedido.
Organizaciones como el Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos (Obsurdh) jugaron un rol fundamental en acompañar a las víctimas y llevar sus demandas ante la JEP. La coordinadora del Obsurdh, Rosa Liliana Ortiz, subrayó la relevancia de la audiencia como un triunfo en la lucha por la verdad y el reconocimiento de las víctimas.
Foto: JEP
Un Futuro de Justicia y Reconciliación
Con la finalización de esta audiencia, se abre una nueva etapa en el proceso de justicia restaurativa en Colombia. Los próximos pasos implican la evaluación de la sinceridad y completitud de los reconocimientos hechos por los máximos responsables, lo cual determinará si son elegibles para sanciones restaurativas.
La firma de un acuerdo entre la JEP, la Alcaldía de Neiva y la Gobernación del Huila para adelantar proyectos y acciones restaurativas demuestra el compromiso de las autoridades locales con la paz y la justicia. Este acuerdo busca no solo reparar el daño, sino también construir un futuro donde hechos tan dolorosos no se repitan.
En resumen, la Audiencia de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad en Neiva no solo representa un avance en la lucha contra la impunidad, sino también una esperanza para las víctimas y un recordatorio de que, a pesar del dolor, es posible avanzar hacia la reconciliación y la paz.